Diego Hernán Pérez es un colega, periodista de la Universidad del Rosario, quien creció junto al Sistema TransMilenio. En muchas ocasiones les he hecho la pregunta a varias personas alrededor de qué les hace sentir orgullosas del sistema de transporte masivo de Bogotá, recibiendo múltiples respuestas. Hoy, haciedo parte de un chat de periodistas que cubren la fuente de Movilidad en la ciudad, Diego nos sorprendió con un hermoso texto de despedida, pues crece profesionalmente y deja su cargo en TransMilenio. Luego de leerlo, le pedí el permiso para publicarlo en culturavial.net porque refleja el vínculo de una persona con un sistema de transporte que definitivamente, y a pesar de sus detractores, mejoró la vida de los habitantes del Distrito Capital y la sigue mejorando. Aquí el texto.
Me tomo un momento este espacio para despedirme de ustedes y agradecerles por todo el tiempo, la ayuda y el gran trabajo
Por: Diego Hernán Pérez Serrano

Diego con el grupo de «community manager» o gestores de comunidades virtuales del Distrito (Selfie: Diego Hernán Pérez)
Desde que crecí he estado junto a TransMilenio. Tuve la fortuna de verlo nacer. Vivía detrás del patio garaje del Portal de la 80 y fui testigo de su nacimiento. Lo usé cuando todos podíamos viajar gratis, por primera vez. Usaba un tiquete amarillo. Eso fue para el año 2000. Años después fue mi principal modo de viaje para desplazarme a la universidad. Durante 5 años me llevó, casi siempre, a las 6 de la mañana. Era usuario del J24 y sabía que en 43 minutos estaría en el centro. La anécdota la tengo presente porque siempre dormía 40 minutos (sagrados) y programaba el celular flecha para que me despertara.
TransMienio siempre fue un lugar seguro para mí. En época de la universidad, cuando tomaba cual primíparo, sabía que salir y meterme a la Estación Museo del Oro era mi zona de relax y siempre encontraba el último servicio que me llevaba a mi casa, sano y salvo.
En la universidad tuve una clase de fotografía y allí capturé la mejor foto… claramente mi modelo fueron un par de buses del Sistema que se entrecruzaban en el Eje Ambiental y formaban un barrido de luces: Ida y vuelta, bauticé la foto.
En el periodismo siempre me apasioné por los temas de ciudad, de mi amada Bogotá.
Ingresé como practicante al periódico El Tiempo y aunque en ese tiempo no existía la troncal de la Calle 26, una de mis primeras reporterías fue ir a ver cómo inauguraban las obras de dicha troncal… sin imaginar toda la locura que le acarrearía.

Rock al TransMi (Foto: Diego Herán Pérez)
Pero vayamos a momentos más chéveres. Para el fin de semana del 15 de febrero de 2009 propuse en el periódico realizar una crónica de las mujeres que asean los buses del Sistema y de este producto periodístico logré, gracias a un excelente relato y producción de fotografía mi crónica mereció la primera página de domingo. (Acá la crónica, por si la quieren leer: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3318527)
La vida siguió y yo continué mi formación profesional. Llegué a trabajar a Publimetro y allí TransMi seguía dándome la oportunidad de escribir… Hablé de historias de vida, de rutas nuevas, publiqué galerías, etc.

Con su colega y amiga Loa, en el Portal del Norte, haciendo reportería (Selfie: Diego Hernán Pérez)
En abril de 2014 se me abrieron las puertas en esta grandiosa entidad y desde entonces trabajé como el community manager (CM). Asumí con toda el gran reto de administrar las redes sociales. Tenía el trabajo de ensueño, quizás para muchos, pero más que eso era una gran responsabilidad llevar este tren, en el que cualquier publicación que hiciera representaba la voz del Sistema, amado por muchos y no tan querido por unos pocos.
Hoy 31 de agosto de 2017 dejo este cargo para crecer profesionalmente. Me voy con orgullo. Dejo una cuenta de Twitter con más de 1.600.000 seguidores (la más grande de las entidades del Estado).
Dejo a cientos de personas maravillosas en este lado del continente llamado Distrito. No me alcanzaría esta pequeña misiva para agradecer a cada uno de ustedes. Pero tengan siempre presente que los llevo en lo más puro de mis pensamientos y recuerdos.
No es una despedida, pero sí un hasta pronto.
¡TP10 (gracias) totales a todos!
Con cariño verdadero,
Diego Hernán Pérez Serrano, su CM, su chateador.