Todo conductor conoce, así sea en teoría, los efectos del alcohol en el manejo de los vehículos. La conducción requiere concentración, buenos hábitos, reflejos, consciencia, capacidad de previsión, de respuesta, límites y responsabilidad.
Es sabido también que quien bebe alcohol cree tener pleno control sobre sí mismo y, por qué no, sobre el vehículo que conduce. Y con base en esa creencia, maneja después de haber bebido alcohol.
Adolescentes en moto – municipio de Tumaco, Nariño, 2009. (Foto: Guillermo Camacho Cabrera)
REPORTAJE
Por: Guillermo Camacho Cabrera
Más de 1.950 niños, niñas y adolescentes han fallecido en Colombia en los últimos diez años como conductores o acompañantes de motocicleta y más de 4.700 han resultado lesionados en los últimos tres. Tan solo en 2018 fallecieron en moto 207 niños, niñas y adolescentes, es decir, 40% del total. ¿Negligencia?
Los niños, niñas y adolescentes generalmente son invisibles en la sociedad. Esta no los ve, no los escucha, no los tiene en cuenta, los ignora como grupo social y como individuos. Ya lo expresó el maestro Javier Darío Restrepo en el libro ‘Periodismo y comunicación para todas las edades’ (Ministerio de Comunicaciones & Cepsiger, 2004): los niños ocupan el escenario de los medios “para estimular el consumo, o como víctimas”. “Su sufrimiento es la tarjeta de entrada a los medios”, dijo el maestro.
Hoy, la historia se repite, pues queremos traer a la consciencia y en lo posible a las intervenciones de la familia, la sociedad y el Estado a los niños y niñas como las víctimas invisibles de los siniestros viales en motocicleta. Y queremos dejar la pregunta planteada sobre si las muertes de estos niños son consecuencia de la negligencia de los padres o cuidadores al permitirles conducir una motocicleta o al llevarles como pasajeros de una moto, o si el Estado y la sociedad son negligentes por omisión o por desatención al problema.
El comportamiento de los fallecimientos por siniestros viales en Colombia en el año 2018 no alcanzó para que la reducción presentada en 2017 se volviera una tendencia y jaló nuevamente para arriba los indicadores de muertes por esta causa.
Los motociclistas contribuyeron con 51% de los decesos, en tanto que 26% de los fallecidos fueron peatones. En el grupo de menores de 18 años, los adolescentes contribuyeron con la mayor proporción de muertes por siniestralidad vial con 53% de las muertes en este grupo etario; en tanto que las 1.487 personas mayores de 60 años fallecidas por esta causa representaron 22% de los fallecidos teniendo en cuenta todos los grupos de edad.
Conozca la información en la infografía interactiva que ya está disponible en el siguiente enlace: http://bit.ly/Muertes2018