¿Grabamos imágenes de violencia? Lecciones de un Conflicto Callejero

El pasajero de un taxi ve pasar motociclistas a su lado. Imagen: IA WordPress

Quedé muy sorprendido en la mañana de este miércoles 12 de marzo de 2025 cuando al desplazarme por las calles de Bogotá en un taxi nos topamos de buenas a primeras con un par de motociclistas que en plena vía se apearon de sus motos y comenzaron a pelear a puños con sus cascos puestos aún.

Uno de ellos era pasajero de la moto, cuyo conductor también se bajó para agredir conjuntamente al otro motociclista. Lo tiraron al suelo y comenzaron a patearlo.

Alguien intercede

Afortunadamente la pelea callejera ocurrió a una cuadra de la estación de policía de la localidad de Kennedy, una de las más pequeñas en territorio pero con mayor población de Bogotá ya que tiene más de un millón de habitantes. Una agente de policía que pasaba por el lugar se percató de la pelea e inmediatamente separó a los contrincantes, luego de lo cual el pasajero y el conductor se subieron a su vehículo y se fueron raudos por la avenida.

El otro motociclista, golpeado, con la moto en el suelo solo atinaba a decir que no encontraba las llaves de su moto hasta que un transeúnte solidario las localizó en el suelo y se las pasó. La motocicleta, maltrecha al igual que su conductor, fue levantada del suelo y el taxi en el que yo viajaba continuó su camino.

¿Grabar la pelea?

Todo sucedió, creo, en más o menos un minuto de tiempo, durante el cual estuve tentado a grabar la pelea de los motociclistas en mi celular para luego postearla en mis redes sociales; sin embargo, no me pareció justo con la cultura vial que promueve la vida. Ni con los seguidores de mis redes sociales.

Esa pelea grabada no cambiaría el mundo ni transformaría comportamientos. Ni siquiera generaría consciencia de la necesidad de fortalecer la tolerancia, de evitar la violencia y de tratar de no herir a otros (o prevenir ser herido).

La confesión

Confieso que he posteado peleas grabadas por otras personas en mis redes sociales y también campañas que buscan generar cambios en el comportamiento, como la de la ONG No Chat de Chile «La ciudad no es una jungla», mostrando los riesgos de ser intolerantes. Pero vivir la violencia en vivo y en directo es realmente perturbador. Saber que dos o tres personas están haciéndose daño mutuamente, se están hiriendo y probablemente pueden comprometer la salud y la vida de sí mismas y de sus contrincantes, no es para nada recomendable.

Promoción de la violencia como mecanismo de la solución de conflictos

Tener que resolver un conflicto (mayor o menor) a los golpes desdice mucho de la educación recibida, de la humanidad que nos obliga a ser racionales y de nuestro ser en permanente convivencia con los otros.

Esa convivencia permanente a la que nos obliga la calle no debe, no debería, ser transgredida por una mala decisión y por la resolución de los conflictos con violencia.

También me obliga a ser respetuoso con las imágenes ya que la violencia no se cambia mostrando violencia.

¿Qué hubieras hecho en mi lugar?

cologuille