¿Ha visto alguna vez una cebra de colores? Si se trata del antílope africano, seguro que jamás. Si se trata de algunos pasos de cebra de Bogotá D.C., Colombia, es posible que pueda ver alguno pintado de colores. ¿Por qué de colores si los pasos de cebra son, de acuerdo con los manuales de señalización, blancos con negro?

La seguridad vial podrá ser realidad en la medida en que la ciudadanía se apropie de sus conceptos, fundamentos, políticas y accciones. Las autoridades de tránsito y de movilidad pueden y deben apoyar las iniciativas ciudadanas en materia de protección de peatones, ciclistas, motociclistas, conductores, pasajeros; ello facilitará promover la vida en las vías y generar nuevos procesos de participación en seguridad vial donde la autoridad y la ciudadanía jalonen para el mismo lado o creen sinergias en busca de objetivos comunes.

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«El grupo de ciudadanos Cebras por la Vida acude a la Secretaría Distrital de Movilidad para que trabajemos en conjunto por mejorar las condiciones de movilidad de los peatones alrededor del Parque de la 93. Ellos traen la propuesta de pintar los senderos por los cuales los peatones pueden hacer el cruce seguro del Parque hacia las aceras y de las aceras hacia el Parque. Tienen una artista que presenta unos diseños que van en coherencia con los colores del Parque en tonos de verde y la utilización del color blanco que es el color que se utiliza para el tráfico en las diferentes vías del país.

«Es así como nos sentamos y mediante mesas de trabajo llegamos a unos acuerdos acerca de los sitios específicos del Parque dónde se pueden realizar estas señalizaciones, acerca de de cuáles son los tonos de los colores y alrededor del objetivo, que es indicarles a los peatones por dónde pueden cruzar. Pero más allá de eso, indicarles a los vehículos que hay un espacio destinado para el cruce de peatones y que hay que aprender a respetar y a disminuir la velocidad en estos sitios».

Quien habla así es la directora de Seguridad Vial y Comportamiento del Tránsito de Bogotá, Ing. Liliana Bohórquez, a quien le preguntamos:

¿Qué significa para la autoridad de movilidad de Bogotá hacer esta acción con ciudadanos de la calle que están interesados en que haya una mejor seguridad vial en la ciudad?

Lo primero que hay que decir es que la Secretaría de Movilidad siempre ha venido trabajando con los ciudadanos en diferentes escenarios. Algunos con ciudadanos donde se hace la planeación y otros con ciudadanos donde se hace la ejecución, como es este caso en específico. El que el ciudadano voluntario venga y voluntariamente realice la pintura, realice la demarcación, es importante porque le genera sentido de pertenencia; es decir, lo hizo él mismo. Por lo tanto es un tema que hay que cuidar y respetar, y en esa medida es que la sociedad se apropia de la señalización y entiende por qué el peatón debe cruzar por este sitio, o si va como conductor entiende qué significa esta pintura y por qué hay que detenerse para darle prelación al peatón. Entonces son ejercicios de corresponsabilidad en donde la administración distrital actúa desde su competencia y el ciudadano actúa desde su saber y su quehacer para lograr el bienestar de todos.

¿Hay algunas medidas complementarias que tenga planeadas la Secretaría Distrital de Movilidad en este sector, adicionales a la pintura que están haciendo los ciudadanos en este momento?

Sí, nosotros tenemos también diseñada una intervención pedagógica en el sector. Vamos a venir con el grupo de pedagogos y con el Grupo Guía de la Secretaría Distrital de Movilidad para que el ciudadano que viene aquí y que no necesariamente sea un ciudadano habitual del sector, porque este es un sector muy turístico, muy comercial, que llama a cualquier ciudadano de cualquier punto de Bogotá a venir hasta acá, sea parte de un proceso de concientización tanto al peatón como a los conductores. Al peatón para que camine hasta los sitios que se han demarcado y crucen por allí y a los conductores para que al ver estos sitios demarcados reduzcan la velocidad, paren y le den la prelación al peatón.

¿En materia de infraestructura piensan hacer alguna intervención?

Sí. Se tiene un diseño de señalización en donde se van a implementar algunos elementos que permitan hacer más visible la intervención en vía.

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«Cebras por la vida es un proyecto ciudadano que en principio lo que busca es reclamar por mejores condiciones para las personas que caminan la ciudad. Estamos hablando de condiciones en términos de infraestructura, pero también estamos reclamando por unos cambios culturales y de comportamiento claves que cuiden a los seres humanos en la ciudad y que prioricen y protejan a las personas y a los actores más vulnerables en el ámbito urbano».

Con estas palabras describe Germán Sarmiento, promotor de Cebras por la vida, al colectivo humano que se reúne alrededor de los pasos peatonales en Bogotá. Muy a las 6:30 de la mañana del sábado 10 de mayo de 2014 él y un grupo de voluntarios llegaron al emblemático Parque de la 93 al norte de la ciudad para hacer una intervención consensuada esta vez con la autoridad de movilidad de la ciudad. Una actividad de participación que también involucró a la Veeduría Distrital y a otros colectivos ciudadanos que se preocupan por los peatones y por contar con una ciudad sostenible.

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La iniciativa ciudadana de Cebras por la vida se constituye en un proceso proactivo que propende por la seguridad vial de los peatones en Bogotá.

En abril de 2013 Cebras por la vida paticipó en la acción 100 por un día que convocaba a colectivos ciudadanos a realizar 100 acciones por la ciudad en un día.

En aquella ocasión el Combo 2600, otro de los colectivos ciudadanos preocupados por la vida de los peatones en la ciudad realizó el Flashmob un minuto por el peatón.

Cebras por la vida pintó de colores las cebras ubicadas en la Carrera 7 y en la Carrera 9 con Calle 72 en Bogotá, con el acompañamiento de la Veeduría Distrital.

El actual enlace con la institucionalidad de la ciudad abrirá las puertas a la concertación de medidas, especialmente de infraestructura, pedagogía y promoción de la cultura ciudadana, que se espera beneficien a los actores más vulnerables de las vías: los peatones.