Vía Bogotá-Girardot, con señalización horizontal peligrosa (Foto: José Alejandro Torres Sicachá, motociclista accidentado)

La calidad de las pinturas utilizadas para la demarcación horizontal de vías y carreteras de Colombia, en algunos, casos es una invitación al riesgo, a las lesiones y a la muerte.

Así sucede en la concesion de la vía Bogotá – Girardot a la altura de la llamada «Nariz del Diablo», en cercanías del municipio de Melgar.

La situación: cuando la doble calzada comenzó a funcionar, no fue necesario el doble sentido en la vía pero la demarcación del mismo ya existía. La concesión, entonces, decidió pintar la doble línea amarilla con pintura negra y en el centro pintar la nueva demarcación con pintura blanca en líneas punteadas, para el nuevo único sentido en la carretera.

Sin embargo, la concesión pintó la doble línea amarilla (para taparla), con pintura negra que hace que los motociclistas resbalen, especialmente cuando hay lluvia o llovizna y la vía está mojada.

Esto aumenta la peligrosidad de esta vía y el riesgo de accidentalidad en motociclistas.

¿Qué dirá la Agencia Nacional de Infraestructura y la interventoría que debe ejercer a la concesión vial?

¿Cuántos motociclistas lesionados más se requerirán para que se repare el error?

Este tipo de decisiones están lejos de contribuir co la promoción de una cultura vial para la vida.