El papel del colegio en la promoción de la cultura vial para la vida

Construyamos cultura vial desde el colegio

Representación gráfica de niña cruzando un paso de cebra. (Ilustración:  Matthew Cole – Fotolia).

El jardín infantil y el colegio son tal vez los primeros espacios de socialización de los niños y las niñas. Estos aprenden los valores de compartir, jugar, solidarizarse y vivir, mediados por el conjunto de relaciones que establecen en el espacio escolar.

Los jardines infantiles y colegios introducen al niño en la vida social, al igual que lo hace la familia en su propio espacio y en el espacio comunitario. La visión del colegio, sin embargo, va más allá de lo comunitario trascendiendo a lo societario y a lo global.

Las matemáticas, las artes, las ciencias, las lenguas, la religión, el cuidado del cuerpo y de la mente son propuestas de vida universales a las cuales se accede desde el colegio.

Los territorios escolares, por lo mismo, no son islas. Hacen parte de un contexto geográfico que los vuelve centralidades que atraen la población escolar. No solo a niños, niñas y adolescentes sino también a población adulta en sus roles de docentes, directivos, personal de servicios generales y una serie de agentes sociales que conforman las comunidades educativas. Estas incluyen, por supuesto, a los vecinos del colegio y a quienes transitan a su alrededor ya sea a pie o en vehículo.

¿Dónde es que el niño aprende a caminar? ¿Dónde a correr y a transitar? ¿Dónde a compartir y a conocer y respetar los límites? El jardín infantil, el colegio y el hogar son los espacios y contextos privilegiados para ello.

La construcción de una cultura vial para la vida, que la promueva y la proteja es tarea de todos y todas, de las familias y de la sociedad. Pero, principalmente, del colegio.

Es allí donde los infantes, los niños, las niñas y los adolescentes aprenden a transitar, a colaborar, a convivir, a caminar y a conducirse en la vida y en la vía.

El papel del colegio en la promoción de la cultura vial para la vida es, entonces, preponderante e indelegable. Este debe ser cumplido por las instituciones escolares con base en conocimientos de gestión del riesgo, seguridad vial, promoción y prevención.

Las comunidades escolares tienen como tarea constituir equipos de trabajo avalados por la dirección del colegio o del jardín infantil que empoderen y orienten a toda la comunidad educativa en el cuidado de la vida.

Solo así se podrán obtener cambios importantes en el presente y en el futuro. A nivel social, de tránsito y de accidentalidad vial que impacten los indicadores de la siniestralidad vial como primera causa de muerte en niños y niñas en edad escolar en Colombia y segunda en el mundo.

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