
Las interacciones en la vía son complejas (Foto y grafismo: Guillermo Camacho Cabrera)
Por: Guillermo Camacho Cabrera
El tipo de interacciones entre los vehículos, o de los peatones con estos construye la seguridad vial.
Por ello, el trabajo de los diseñadores de vías es reducir las interacciones que generen riesgos o hacer que estas sean seguras. Para ello se valen de herramientas como las que prevé la ingeniería de vías, las que ofrecen las auditorías de seguridad vial en las etapas de factibilidad, prediseño y diseño, las que materializa la demarcación vial y aquellas que a la luz de la tecnología permitan construir vías perdonadoras, o que admiten que los peatones y los conductores (de cualquier vehículo a motor o no motorizado), cometan errores y no por ello deban perder la vida o arriesgar la integridad de la salud.
Pero las interacciones también están mediadas por los comportamientos de quienes transitan por el espacio público. De nada vale demarcar una vía si los peatones y conductores no leen la señalización vial. Aquí juega un papel importante la alfabetización vial. Enseñar a la gente a leer las señales de tránsito, las vías y sus ritmos, los entornos y las caracteristicas de estos es vital. La educación vial juega un papel importante no solo a nivel de niños y niñas sino también en el nivel de los adultos, peatones y conductores novatos y viejos.
En la educación vial es fundamental manejar el concepto de límite y el concepto de ver, visibilizar al otro en la vía. Parafraseando al biólogo chileno Humberto Maturana, en la vía, también hay que «ver al otro como un legítimo otro en la diferencia».
Otro factor que incide en las interacciones viales es el estado técnico y mecánico de los vehículos, el cual incluye elementos de seguridad activa (frenos, neumáticos, dirección, suspensión, iluminación, entre otros), y pasiva (cinturones de seguridad, bolsas de aire, carrocería y chasis, vidrios, apoyacabezas, por mencionar algunos). Si el vehículo tiene una o varias fallas no reparadas, va a ser muy difícil que sus interacciones sean seguras para todos.
A todo esto se unen factores de tipo psicosocial asociados con el tránsito y la conducción. Sueño y microsueños, estado de salud mental del peatón y del conductor, peatones y conductores alcoholicos, conduciendo o transitando bajo los efectos del alcohol o de sustancias psicoactivas.
La exposición al estrés y los mecanismos cotidianos de solución de conflictos también inciden.
Factores exógenos como el clima son determinantes en las interacciones y en la calidad de las mismas en la vía.
Gestionar los riesgos asociados con la movilidad y el transporte tiene en la gestión de las interacciones en vía un campo de acción muy importante en el que caben ingenieros de vías, de tránsito y de transporte, educadores y pedagogos, mecánicos y técnicos en seguridad vial, psicólogos de tránsito, policías de tránsito, comunicadores sociales y periodistas, y, por supuesto también los ciudadanos. Así como los políticos, los tomadores de decisiones y niños, las niñas y los jóvenes.