Intolerancia en las vías

Foto de María Orlova en Pexels

Intolerancia es la poca o nula comunión con comportamientos, costumbres, tradiciones, prácticas, culturas y creencias diferentes a las propias. Esta influye en las tensiones que provocan las interacciones en el espacio público, las vías o las calles de ciudades, carreteras y centros poblados.

Un espacio vial creado para el carro y sus conductores, ocupado tradicionalmente en nuestras ciudades de América Latina por estos, hoy es usado con fuerza también por otros ciudadanos. Esto, debido a las políticas públicas de movilidad que implementan países y ciudades, a las legislaciones que le dan prioridad al transporte sostenible y al auge que toman modos diferentes a los motorizados.

Peatones, ciclistas y motociclistas, entre otros, por no hablar del transporte público, se pelean literalmente en algunas ciudades del mundo por el poco espacio público y vial existente.

Basta ver las discusiones entre ciclistas y peatones en España por las ciclorrutas o ciclovías en andén. O las inconformidades en Colombia por nuevos espacios para las bicicletas y los peatones que incomodan a los conductores de vehículos particulares.

Es evidente, asimismo, la resistencia al cambio cuando se busca introducir en las ciudades medidas de gestión de la demanda como el cobro por el parqueo en vía o los pagos por congestión. Estos últimos no son otra cosa que pagar para transitar en vehículos, principalmente particulares, por vías descongestionadas.

Las altas densidades poblacionales y la necesidad de moverse o de ir de un lugar a otro en medios de transporte diferentes entre sí, es decir no homogéneos, genera conflictos. Y depende de la manera como cada quién maneje esos conflictos que estos se vuelven o no un factor de riesgo para la convivencia, la pacificación del tránsito y la seguridad vial.

Es verificable la intolerancia de algunos conductores de vehículos de carga con ciclistas en las carreteras o la que tienen los conductores de vehículos livianos con motociclistas y ciclistas en vías densas. De igual forma, la que se hay con peatones en diferentes espacios, como si estos no tuvieran el derecho de un tránsito seguro y libre de siniestros viales.

La intolerancia en las vías se expresa ahogando al otro en el espacio público en lugar de compartirlo y ceder. Parece que la gente estuviera enfrascada en luchas territoriales. Carros particulares sobre andenes para peatones, vehículos de carga, grandes o pequeños y vehículos privados de cuatro ruedas así como motos estacionados sobre las ciclorrutas son algunos ejemplos.

Hay que hablar también de la intolerancia como disparador de la siniestralidad vial. Hay conductores que no toleran los límites de velocidad establecidos, que atropellan a otros con la palabra, el gesto o con el vehículo, que tienen poca o nula comunión con comportamientos, costumbres, tradiciones, prácticas, culturas y creencias diferentes a las propias. Que estacionan sobre los andenes o en otros lugares prohibidos.

¿Usted, pertenece a estos?

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